Cuando nuestros seres queridos llegan a cierta edad, es necesario que haya alguien con ellos acompañándolos durante sus actividades diarias e incluso ayudándoles a realizarlas ya que conforme pasan los años, pueden comenzar con problemas de salud o movilidad que les impidan vivir solos o hacer esas actividades por sí solos.
En estos casos lo mejor será que vivan en un asilo, residencia de retiro o con un cuidador que esté con ellos la mayoría o todo el tiempo. Sin embargo, es importante que como familiares nos mantengamos al tanto de la relación que hay entre los cuidadores y nuestros seres queridos para poder identificar el abuso en caso de que esté sucediendo.
Desafortunadamente, hay muchos cuidadores que comienzan a abusar de las personas de la tercera edad ya que estos son un blanco fácil y vulnerable en momentos en los que el personal se siente estresado, de mal humor o simplemente quiere maltratar a las personas mayores que está cuidando.
Cuando visites a un ser querido que está siendo cuidado por alguien más, te recomendamos que te fijes en señales que pueden significar que están sufriendo abuso como:
- Cambios de humor: Identifica que ha cambiado en su humor o forma de ser desde la última visita para poder detectar algún tipo de malestar, tristeza o sentimiento reprimido.
- Lesiones visibles: Observa detenidamente para verificar que el adulto mayor no tenga signos de violencia física en su cuerpo.
- Higiene: Revisa las condiciones en las que se encuentra tanto el asilo como tu ser querido para poder detectar casos de negligencia en los cuales tienen descuidado a tu adulto mayor. Lo cual puede provocar nuevas infecciones o enfermedades.
- Cambios en su estado de salud: Habla con tu ser querido acerca de cómo se siente y cómo le han estado administrando sus medicamentos. Observa que su aspecto físico no haya decaído abruptamente.
En caso de que tu o tu ser querido sospechen de un caso de abuso, intenten reportarlo con las autoridades lo más pronto posible para lograr el derecho a una compensación.
Recuerda estar atento a cualquier señal y confiar en tu intuición.